domingo, 12 de diciembre de 2010

El Supertobogan o La Alfombra Mágica



Quizas algunos recuerden tambien otro juego muy de moda a fines de los años 60 y que perduro toda la decada siguiente: El Supertobogan o tambien llamado la Alfombra Magica.
Era un tobogan de superficie ondulada de gran altura, que para deslizarse por él te daban una alfombra de arpillera.



El tema es que para no salirse de la alfombra la agarrabamos bien fuerte con las manos, pero estas iban durante todo el trayecto rozando contra el piso que era de chapa y al llegar abajo nos quedaban los nudillos llenos de ampollas y raspones por la fricción.
Con el tiempo las prohibieron por que algunos locos se tiraban parados sobre la alfombra, esta se trababa un poco y salian despedidos rodando librementa hasta abajo con alguna quebradura.



LUGARES - Mau Mau... la Reina de las Boites

Esta es la historia del Boliche mas "IN" de Buenos Aires, el que reunía al "Jet Set" , a los "Play Boys" y las chicas mas "Monas" de la noche.
El segundo hogar de Isidoro Cañones, y la fabulosa "Cachorra"
Con ustedes .... mau-mau !!!



Estaba emplazado en Arroyo 866 , barrio de la Recoleta, pleno codo elegante de la ciudad de Buenos Aires. Abrió sus puertas el 28 de abril de 1964 y cerró tres décadas más tarde, en 1994.
“Una parte de la noche se fue con Mau Mau” , tituló entonces La Nación. No exageraba. La boite marcó varias épocas en la noche porteña.
Los creadores fueron los hermanos Jose y Alberto Lata Liste, acompañados por un socio llamado Federico Fernández Bobadilla .
Abría de lunes a sábados, normalmente con entradas sin cargo, desde las 23:30hs hasta las 4:30hs.
No se admitían solos ni solas, excepto los más conocidos.
El local tenía un estilo que las diferenciaba claramente de la competencia: por lo pronto eliminó las mesas altas con veladores y taburetes en favor de cómodos sillones y mesas bajas, inaugurando así la “boite living” .
Musicales Nacional e Internacionales se presentaban frecuentemente:


Lugar elegido por cierta elite, uno de los más grandes obstáculos a sortear fue uno de los porteros, Julio Fraga , más conocido como “El insobornable” .
Franquear a “Fraguita” no era cosa sencilla. Para entrar había que ser mayor de edad, ir de riguroso saco y corbata (los caballeros) o de largo (las damas).
Los baños eran impecables, había un maitre (“El Tano” Fabrizzi) que acompañaba a la gente a sus mesas y los camareros nunca entraban en confianza con los clientes.
Por no respetar la rigurosa disposición sobre indumentaria, una noche se quedó afuera Guillermo Vilas (asistió en zapatillas) y otra el cantante Johnny Hallyday , quien debió volver a su hotel para cambiarse e intentar en segunda vuelta.
Vilas saliendo del boliche:




Otro rasgo distintivo era la música, que los dueños compraban en París, Roma o Nueva York.
La particularidad de Mau Mau durante sus años de esplendor fue la visita de estrellas internacionales.
La lista es larga y va desde actrices consagradas como Geraldine Chaplin, Antonio Gades, Charles Aznavour, Alain Delon, el torero Dominguín o Linda Cristal hasta el mismísimo Rudolf Nureyev, quien bailó tango y flamenco en la pista de Mau Mau .
El parnaso local también la frecuentaba, desde Graciela Borges y Juan Manuel Bordeu, a múltiples personajes con apellidos como Blaquier, Alzaga y Menditeguy.
Aca Cristina Onasis en la puerta del Boliche




Cierta vez la AMA (Asociación de Modelos Argentinas) hizo su desfile anual y Chunchuna Villafañe, Claudia Sánchez, Kooka, Liliana Caldini y Mora Furtado prestaron cuerpos y caras para la ocasión. Una desconocida Susana Giménez fue invitada casi por obligación (eran los días en que el “¡Shock!” de su aviso de Cadum enloquecía a los varones argentinos) y vistió un escote en la espalda, que según Lata Liste “se pasaba de la raya” (sic), y que causó revuelo e indignación entre las modelos.
"Disc jockeys" y barmen :
Exequiel Lanús fue el primero en poner discos.
Hugo di Domenico, sólo comparable con el Negro Cortés o Manolete, servía tragos.
El Tano Fabrizzi era un maitre inigualable

 En 1964, los mellizos José y Alberto Lata Liste inauguraron Mau Mau. “Nuestra idea fue hacer un lugar diferente. Esto se lo explicamos a Juanjo Saavedra y él nos dijo: A la naturaleza no hay que copiarla, hay que inspirarse en ella. Y esta boite debe ser algo majestuoso, impactante y original.” La decoración elegida fue de estilo africano, con pieles de cebra y cabezas de animales embalsamados en las paredes. Rara manera escenográfica de referirse al movimiento guerrillero de liberación negra en Kenia que inspiró el nombre. Desprovisto de su impronta política, en Buenos Aires se transformó en sinónimo de movimiento de caderas al ritmo de la música de Fred Bongusto que pasaban los DJs Exequiel Lanús, Horacio Martelli y “el alemán” Franz.

Ni el fuego, desencadenado por un cortocircuito a los cinco meses de estar funcionando, pudo con ella: a los exactos cincuenta y ocho días volvió a abrir con el glam de siempre. Durante el incendio se encontraban en el lugar Willie Divito, el creador de Rico Tipo (y dueño de otro local nocturno llamado Zun Zun), Poqui Evans (propietario de Africa, la boite del Hotel Alvear y de Reviens), cosa que llevó a Divito a decir que él había llevado los fósforos, Poqui el kerosene y “Monsieur Reviens” había encendido el fuego.


“A los argentinos les gusta que el maître los llame por su nombre y que el portero los reconozca. Una vez paramos a un tipo en la puerta porque estaba mal vestido y reaccionó poniéndome una pistola en la cabeza. Si quiere tirar, tire, ¡pero usted no entra!, le dije”,
JOSÉ LATA LISTE
Historia de la noche El invento Mau Mau fue concebido por los hermanos Lata Liste y Federico Fernández Bobadilla como manera de redefinir las boites de la época, como el Sans Souci y el Embassy de Olivos. Los primeros atisbos de esta renovación se vieron en Reviens, en cuyo local se abandonó la orquesta en vivo y se comenzó a pasar discos (acompañándolos con tumbadoras para resaltar el ritmo). Mau Mau fue más lejos: eliminó las mesas altas con veladores y taburetes en favor de cómodos sillones y mesas bajas, inaugurando así la “boite living”. Recuerda Lata Liste: “Gastamos 20 millones de pesos para simular el living de un millonario en el que, noche a noche, se daban refinadas fiestas. Hay que pensar que, hasta entonces, las boites argentinas sólo tenían capacidad para 120 personas, y de ahí su nombre: boite quiere decir cajita. No todos pudieron adaptarse al cambio y, cuando Mau Mau abrió con una capacidad para 400 personas, generó el mismo efecto que tendría en los 80 la irrupción de la discoteca masiva, con Studio 54”.

Cuando los padres de Lata Liste se enteraron de lo que pensaban hacer sus mellizos pusieron el grito en el cielo. En esa época la palabra boite tenía connotaciones negativas: el negocio de noche no estaba bien visto y los Lata Liste se propusieron cambiar esa imagen: no más sótanos baratos y mal iluminados, sino un coqueto local en la calle Arroyo. En lugar de poner un patovica en la entrada, optaron por un riguroso sistema de entrada atendido por un profesional que recordaba los nombres de todos los habitués. Para entrar había que ser mayor de edad, ir de riguroso saco y corbata (los caballeros) o de largo (las damas). Los baños eran impecables, había un maître (el Tano Fabrizzi) que acompañaba a la gente a sus mesas y los camareros nunca entraban en confianza con los clientes. De la noche a la mañana, la “boite exclusiva” desplazó a “la boite tabú” y exigió ser reconocida como un espacio único y mítico desde su misma concepción.

“Nosotros estábamos todas las noches al pie del cañón. De más está decir que jamás bailamos o bebimos en Mau Mau. Eramos los últimos en irnos, después de hacer la caja y dejar todo listo para el día siguiente.” La oficina funcionaba en el mismo local y, según recuerda Lata Liste, fue sede de muchísimos acuerdos que se gestaban en las mesas que rodeaban la pista de baile.

Yo solo quiero ser del jet-set La particularidad de Mau Mau durante sus años de esplendor fue la visita de estrellas internacionales. La lista es larga y va desde actrices consagradas como Geraldine Chaplin, Antonio Gades, Charles Aznavour, Alain Delon, el torero Dominguín o Linda Cristal (la argentina que actuaba en “El gran chaparral”) hasta el mismísimo Rudolf Nureyev, quien bailó tango y flamenco en la pista de Mau Mau. El parnaso local también frecuentaba la boite, desde Graciela Borges y Juan Manuel Bourdeu, a múltiples Blaquier, Alzaga y Menditeguy. Era el obligado punto de encuentro de conocidos y no tanto de esa época. Recuerda una asidua concurrente: “Mau Mau era como el living de nuestra casa, allí nos encontrábamos de lunes a sábados, con descanso dominical. Era muy raro que las mujeres fueran solas: o te invitaba alguien o ibas con tu novio o marido”. Coincide el Gato Dumas: “Llegabas y tenías tu mesa, la ubicación dependía de quién eras”.

Entrar a Mau Mau era “lo más” y por eso no todos entraban. De esto se encargaba Fraga, el portero, más conocido como El Insobornable. Hay cientos de anécdotas sobre este cancerbero nocturno. “le entrada, yo mismo trabajé de portero al lado de Fraga, enseñándole a reconocer a la gente, a saber quién es quién y a regular el derecho de admisión. A los argentinos les gusta que el maître los llame por su nombre. Una vez paramos a un tipo en la puerta porque estaba mal vestido y reaccionó poniéndome una pistola en la cabeza. Si quiere tirar, tire, ¡pero usted no entra!, le dije. Mientras tanto, nuestro encargado de seguridad, que había sido jefe de la custodia de Onganía, fue sigilosamente por atrás y detuvo al loco”, recuerda Lata Liste. Con maestros así, resulta fácil imaginar a Fraga despachando a Vilas por portación de zapatillas o a Johnny Halliday y Sylvie Vartan porque él no usaba saco y ella era muy ordinaria (tal como cuenta la leyenda).

Si bien el trato era respetuoso, la mayoría recuerda a Fraga haciendo gala de su apodo: nadie traspasó esa puerta sin su aprobación. Generaciones de argentinos fueron reconocidos por el portero de Mau Mau: “Mandále saludos a tu padre. Hace tiempo que no lo veo por acá”. Eran los tiempos en que Federico Peralta Ramos sentenciaba, acodado en la barra: “Yo no trabajo porque cobro sueldo de hijo”. El mecanismo de notoriedad de Mau Mau era de doble sentido: no sólo había miríadas de estrellas que visitaban el lugar sino que muchas comenzaron a hacerse famosas por la onda expansiva que generaba la boite. ¿Cuáles eran los requisitos para “pertenecer”? Al poco de tiempo de abrir se institucionalizó el sistema de Vips. Primero con invitaciones, después (a partir de 1966) con la introducción de la primera tarjeta interclubes para poder entrar a las disco más famosas del mundo: Jimmy’s en París, Le Bateau en Río, Annabelle’s en Londres, La Boite en Madrid y, por supuesto, Mau Mau en Buenos Aires (en 1970 Lata Liste fue más lejos: desembarcó en España para abrir dos nuevas sedes de Mau Mau, una en Madrid y otra en Marbella).

Pero así como no todos entraban, algunos que no se sentían particularmente orgullosos de hacerlo: en 1965, Fernando Noy se encontró a una vigorosa y virulenta Violeta Parra en El Moderno (el bar que cerraba la cuadratura de la llamada “manzana loca”, cuyos otros vértices eran el Di Tella, el Florida Garden y la Facultad de Letras de la calle Viamonte), despotricando contra sus anfitriones porteños por haberla llevado a Mau Mau: “¡Qué se creen esos ensoberbecidos! ¿Que porque tiene nombre con ruido a tambores me iba a gustar?”.


En 1965, Violeta Parra entró en el bar El Moderno despotricando contra sus anfitriones porteños por haberla llevado a Mau Mau: “¡Qué se creen esos ensoberbecidos! ¿Porque tiene nombre con ruido a tambores me iba a gustar?”.
Costumbres argentinas Los años 70 pusieron en jaque la estética del segundo hogar de Isidoro Cañones. El blue jean y los pantalones oxford con zapatos de plataforma entraron por la puerta de Arroyo dejando atrás los vestidos largos y las corbatas sobrias. La decoración también cambió: el arquitecto Juan José Saavedra tiñó paredes y pisos de bordeaux y negro. En esos años, Mau Mau se volvió una pasarela gigante donde desfilaban las modelos más importantes. Emilio Pucci presentó allí su colección de temporada. La AMA (Asociación de Modelos Argentinas) hizo su desfile anual y Chunchuna Villafañe, Claudia Sánchez, Kooka, Liliana Caldini y Mora Furtado prestaron cuerpos y caras para la ocasión. Susana Giménez fue invitada casi por obligación (eran los días en que el ¡Shock! de su aviso de Cadum enloquecía a los machos argentinos) y vistió un escote en la espalda, que según Lata Liste “se pasaba de la raya” (sic), y que causó revuelo e indignación entre las modelos.

Infaltables en esa década, los militares también se juntaban en Mau Mau: Lanusse, López Aufranc, Sánchez Bustamante y Pistarini se dieron una vez cita en el lugar y las revistas bautizaron la velada “la noche de los generales”. Para Lanusse no era la primera vez: en una oportunidad el disc-jockey quiso “homenajearlo” y puso el Himno Nacional en la versión de Billy Bond, y el furioso comandante en jefe se apersonó en la cabina para poner las cosas en su sitio.

La combinación entre el show-business y la boite produjo suculentos dividendos: los contratos de artistas extranjeros para actuar en teatros de la calle Corrientes incluían una presentación “exclusiva” en Mau Mau. “Así es como nos dimos el gusto de tener a Antonio Gades, Roberto Carlos, Wilson Simonal, Fred Bongusto, Elis Regina, Ornella Vanoni y Jorge Ben. El público de Mau Mau sabía que el éxito del momento iba a estar en la boite.” Además, editaron más de veinte LPs (los compilados de Música de alto vuelo, con la música que se escuchaba en Mau Mau, los primeros discos de Armando Manzanero y uno de Roberto Carlos, por mencionar algunos).

La decoración de Mau Mau serviría como paradigma de la esquizofrenia estética de los 70: poco después, el bordeaux y el negro fueron reemplazados por bronce, espejos ahumados y múltiples helechos, luego de que Lata Liste, en un gesto definitivo, sacara su encendedor Dupont de oro y carey de su bolsillo y bramara: “Quiero que Mau Mau sea esto”. Con uno u otro look, Mau Mau seguía siendo el templo de la noche, apelando a una fórmula sencilla: una combinación de lo avant-garde y lo demodé con la dosis justa de snobismo. Con el tiempo se transformaría en el referente histórico obligado de los nuevos dueños del ruido. Todos ellos le reconocen la paternidad a Lata Liste. “Los que nos movemos en la noche con profesionalismo, básicamente imitamos lo que hizo José”, dice Peti Peltenburg, dueño de la extinta El Cielo, del Buenos Aires News y del boliche KU en Pinamar. Aunque las diferencias están a la vista: a la distancia, el horario de Mau Mau parece vespertino y sólo pondría contento al gobernador de Buenos Aires. “Llegábamos a las once y a las cuatro terminaba” recuerda Graciela Vaccari. Y, en tren de comparar, dice que iban a bailar pero también a charlar, y no tanto a mirar o hacerse ver, así como mira con nostalgia las variaciones en el código Vip: de Cristina Onassis y Ringo Bonavena (quien se ganó su lugar en Mau Mau cantando “Pío, Pío” con el trío Suchera’s) a Pancho Dotto, Guillermo Coppola, Liz Fassi Lavalle, Roberto Giordano y Manuel Antelo.

Fin de fiesta El cambio de década trajo consigo el comienzo de la decadencia. La boite de los 70 intentaba no perder identidad en su mutación a discotheque de los 80. Ya no estaba Fraga en la puerta para controlar la vestimenta adecuada, pero había dejado su cetro en manos de “el negro Freddy”, como lo llamaban todos (otras disco adoptarían después la idea del portero negro como símbolo; New York City, entre otras). La última gran fiesta de Mau Mau fue para el aniversario N-o 25, en 1988. Lata Liste puso en funcionamiento su máquina de relaciones públicas e invitó a todo el mundo (dicho literalmente): desde realeza europea y sus aledaños en versión revista Hola, hasta figuras del mundo del espectáculo internacional (Marisa Berenson, Philippe Junot, la princesa de Baviera, Margaux Hemingway, etc.). Poco después, el implacable Freddy tuvo que dar explicaciones sobre cuarenta gramos de cocaína que guardaba prolijamente en su esmóquin y perdió su puesto. Vale recordar que la bomba en la Embajada de Israel, entre sus menos importantes consecuencias, mantuvo cerrada la calle Arroyo durante seis meses. Mau Mau agonizaba y ése fue el tiro de gracia: la movida nocturna se desplazó definitivamente y los matrimonios y parejas que frecuentaban los sillones de la boite en otras épocas fueron reemplazados por “señoritas” ronroneantes y caballeros solitarios. Desde 1994, la puerta de Mau Mau está cerrada con candado y cadena, y el gris gastado de la pared que supo ser blanca se refleja en los vidrios del palier del edificio de enfrente. Un espejo donde mirar el futuro que pronostica el cartel de la constructora e inmobiliaria que derribará en pocos días el templo de la noche: “Estamos vendiendo”.

El Tranvia en Buenos Aires Y La Plata



En la Ciudad de Buenos Aires por decreto de octubre de 1961, se decide la eliminación de los tranvías
La fecha del último servicio se estableció para el 26 de diciembre de 1962 , día en que se hizo un tibio homenaje de despedida por parte de los comerciantes del barrio de Belgrano.
Sin embargo, algunas líneas tuvieron que esperar que arribaran los automotores que las reemplazarían. Los últimos (líneas 20 y 38) rodaron el domingo 19 de febrero de 1963 .
Esta era la esquina de Boedo y Carlos Calvo cuando rodaba el tranvía....


Esta es la zona del Teatro Colón donde hasta hace poco todavía estaban tendidos las vias de esta línea de tranvía:

Sin embargo en los alrededores de la Ciudad de Buenos Aires el tranvía siguió por algún tiempo mas.
En Lanús se extendió el servicio hasta finales de 1964 con dos líneas que eran locales (52 y 53), dado que aún no se habían pavimentado las calles y el tranvía era el único medio que podía transitar en forma permanente por el lugar. Hacia fines de diciembre de 1966 circuló en La Plata el que, parecía, sería el último tranvía urbano del país, mientras que en 1974 se reemplazaron los tranvías interurbanos del Ferrocarril Urquiza por trenes eléctricos.
Este es uno de los últimos tranvias


Tranvías de La Plata




SERIES - RIN - TIN - TIN



País: EE.UU.
Episodios: 164
Año: 1954 - 1959
Género: Western

REPARTO
Sargento Biff O'hara: Joseph Sawyer
Cabo Rusty: Lee AAker
Cabo Boone: Rand Brooks
Teniente Ripley Masters: Jim L. Brown
Y, por supuesto: ¡Rin-Tin-Tín!



Si existe una serie pionera y extremadamente popular en la historia de la televisión mundial, ésta tiene nombre de perro.
"RIN-TIN-TÍN", era un inteligente pastor alemán, mascota del regimiento 101 de la caballería de EE.UU., y fiel compañero del cabo Rusty, un niño que fue rescatado cómo único superviviente del ataque indio a un ferrocarril que transportaba a los pioneros del Oeste americano.

Rusty, que tocaba la corneta, es tutelado por el sargento Biff O'hara, y viven en Fort Apache, donde la valentía y astucia del can a sus
amigos a salir victoriosos de peligrosas misiones contra Apaches, forajidos, y otros difíciles enemigos.

Se produjo para la cadena ABC, emitiéndose de 1954 a 1959, a través de 164 episodios, aunque se ha repuesto en alguna ocasión, años más tarde. Fue una auténtica serie de cabecera para los niños de aquellos tiempos, editándose multitud de libros, cómics, y álbumes de cromos con las aventuras del famoso perrito.

LOS SEA MONKEYS



LLEGARON LOS SEA MONKEYS !!!! decian las publicidades de la época.
Que es eso??, Donde se venden???, quiero criar "Simonkis" !!! les deciamos a nuestros viejos que nos miraban como si estuviesemos locos...
Para los que no lo recuerdan o eran muy chicos, los Sea Monkeys se trataban de unos sobrecitos perfectamente cerrados y numerados que venian en un blister, y una vez abiertos y colocado su contenido como talco o arenita en una pecera, al poco tiempo ibamos a ver como desde adentro de un caparazón salian y crecian una especie de criaturas marinas TERRORIFICAS !!!! con tres ojos y cola de mono !!! ibamos a ver como tenian crias, peleaban entre si, corrian carreras etc etc etc


La cuestion que era todo una gran mentira, una estafa, a lo sumo y con mucha suerte veias unos puntitos negros mas chicos que la punta de un alfiler que se movian un rato y despues se iban a pique, y entonces empezaron a correr miles de teorias de como hacer para que crezcan fuertes y grandes y que no se mueran rapido, habia que darles cada tanto un poco de "plasma" , se suponia que uno de los sobres traia el bendito plasma alimenticio, pero cuando se nos acababa de donde sacabamos mas comida para nuestras mascotas acuaticas???, y entonces les hechabamos al agua lo primero que se nos ocurría, desde una mosca muerta recientemente atrapada hasta pedacitos de lechuga, en fin el agua se llenaba de basura se pudria y los salvajes monstruos nunca aparecian !!!!



Pero la supuesta historia "verídica" de lo que contenian los sobres "mágicos", que saqué de un lugar "serio" que vende este tipo de "Criaturas Marinas" hogareñas es mas o menos así ( a ver si a ustedes los convencen y se compran algunos sobres ).
Los Sea Monkeys eran "artemias salinas" que, modificadas antes para que puedan vivir durante un plazo de tiempo, fueron y aún hoy son comercializadas como mascotas bajo el nombre de “Sea Monkeys” (en español, “Monos Marinos”).
Son de tamaño muy reducido y pueden vivir varios en una misma pecera, mostrando los comportamientos y sentimientos que experimentan en grupo ( )
Fue Harold von Braunhut, científico e inventor nacido en Tennesse pero de origen alemán, quien empezó a comercializarlos como mascota, bajo el nombre inicial de “Instant Life”, (en español, “vida instantánea”), para luego pasar al nombre actual.
Se empezaron a vender en los Estados Unidos bajo una inteligente y exitosa campaña:

Este cientifico creó la artemia modificada, llamada “Artemia NYOS”, la cual crecía a mayor velocidad y duraba más, una media de dos años. Este paquete de “vida instantánea” consistía en una cartulina impresa muy atractiva en donde venían 3 sobres 1 mini-cuchara y un catálogo, cubierto por un blíster plástico. El primer sobre tenía impreso un número 1 y era lo conocido como preparador de agua, y se explicaba que esto preparaba el medio ambiente ideal para los pequeños huéspedes. El segundo sobre marcado con el número 2 contenía lo llamado como plasma viviente, y era en dicho sobre en donde se encontraban los huevecillos de la artemia en estado latente. El tercer y último sobre impreso con el número 3 era el alimento para las artemias.

Esta campaña se basaba en una estrategia de mercadeo enfocada a la conceptualización de la mascota como mascota “INTELIGENTE” ya que dentro de la estrategia de producto, se encontraba la vida instantánea como tal y además se incluía un catálogo de accesorios y estanques especiales, como por ejemplo “El parque de diversiones” estanque en el que existía una montaña rusa, una rueda de la fortuna, etc, en donde “supuestamente” los sea monkeys podían divetirse.

LA SILVALETRA



Recuerdan del rotulador SILVALETRA ??
Ese aparatito raro de multiples colores que se le ponia una cinta plastica y rotulabamos las carpetas del colegio??
La Silvaletra era de "Silvapen" la empresa que tambien fabricaba las lapiceras y fibras de industria Argentina.
El problema era que si te equivocabas en una letra tenias no tenias posibilidad de corregir y habia que tirar esa parte del rollo de vinilo y empezar de nuevo.

VERANO RETRO - SABADOS DE 16 a 20 HS POR FM ELI-T 97.1 Mhz

VERANO RETRO - SABADOS DE 14 a 17HS


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Desde Quilmes - Buenos Aires – Argentina



ESCUCHALO online todos los sábados

http://www.rkfm.com.ar/



VERANO RETRO…Donde el recuerdo se hace música.


Un revival donde volverás a escuchar discos de colección de las últimas 5 décadas que te hicieron vivir momentos inolvidables.

Además podrás rememorar viejas publicidades, efemérides de todos los tiempos y música única y exclusiva.

VERANO RETRO… un momento único para revivirlo y coleccionarlo…

Porque cada sábado es un festejo acompañado por aquellos personajes inolvidables de la radio, la televisión y el cine…

Porque cada vez que se enciende la luz roja que indica que estamos en el aire celebramos una época soñada donde juntos compartiremos cada minuto volviendo al presente nuestra época…

VERANO RETRO, un programa de radio para escuchar, disfrutar y coleccionar…

CONDUCCIÓN Y LOCUCIÓN COMERCIAL:

MARCELA MAGARIÑOS

ASISTENTE DE PRODUCCION:

LORENA CASTRO

PRODUCCIÓN Y MUSICALIZACIÓN:

DJ WALLY(WALTER DROGO)



BLOQUES EXCLUSIVOS DEL PROGRAMA:



- MÚSICA DEL RECUERDO EN CASTELLANO



- MÚSICA DEL RECUERDO EN INGLES



- LOS ROMÁNTICOS DE UNA ÉPOCA SOÑADA



- EL VINILO RARO



- EL ELEGIDO DE LOS 50´



- EL ELEGIDO DE LOS 60´



- EL ELEGIDO DE LOS 70´



- EL ELEGIDO DE LOS 80'



- EL VINILO DE COLECCIÓN



- CONTRACARA



- CLÁSICOS EN VIVO



JUEGOS EXCLUSIVOS DE VERANO RETRO:

- EL CANTANTE ENMASCARADO



- LA CORTINA RETRO



- 3 VERSIONES DE UN MISMO TEMA